Cansancio y sobrecarga

Tiempo estimado de lectura: 5 minutos.

Hace unas semanas me escribió una colega muy angustiada.  Me decía de modo desordenado que necesitaba ayuda. Y algo relativo a que no estaba pudiendo disfrutar de cosas lindas de su vida por lo preocupada que la tenía un paciente.

Se me ocurrió reenviarle el artículo Las reglas de nuestro juego ( click aquí para verlo) .

Y le dije que la iba a llamar más tarde. En ese momento yo estaba ocupada y no iba a poder concentrarme en ella.

A los pocos minutos, me encontré con otra colega que me dijo «estuve buscando eso que escribiste, algo de que ya no te desvelás por los hijos de otros…?» e inmediatamente me dí cuenta de que hablábamos de lo mismo que acababa de reenviar.

Como tenía a mano el post, se lo compartí a ella también.

Eso no es coincidencia.

Es algo que vivimos muchos profesionales de la salud mental.

El stress en nuestro trabajo es un fenómeno muy común. Hasta tiene diagnóstico en los manuales de psiquiatría, en investigaciones y conclusiones académicas, y es todo un capítulo en la Psiquiatría y en la administración de recursos humanos.

En un paper que encontré decía que “La psicología ( la psicopedagogía agrego yo) es una ocupación donde el profesional mantiene una relación muy próxima con las personas que debe atender. Esta relación tan estrecha a menudo supone la implicación en problemas emocionales que llegan a repercutir en su propia vida personal”.

El trabajo nos va afectando.

Y pasa también que hay mucha pregunta hacia nosotros en otros espacios. Es frecuente que en cualquier lugar nos pregunten, “ya que te tengo aquí, me decís que harías con …” y nos ponen a opinar con todo tipo de preguntas sobre los hijos.

Mi posición ante esto es que no voy a estar en mi rol profesional todo el tiempo y para responder a todo, porque la temática agota a cualquiera y porque podemos meternos en líos que no necesitamos. Solamente respondo cuando el contexto es el adecuado. Cada opinión que demos debe estar ajustada a cada caso, con fundamento y conocimiento de las variables que intervienen. Y una opinión por más sencilla que sea, puede devenir en una intervención, lo cual no siempre es recomendable cuando estamos tratando con amistades o familiares.

Entonces mi frase salvadora es: «no sé qué decirte porque ahora estoy de franco». Me río pícaramente y cambio de tema.

Como este blog trata de lo que nos pasa a muchos de nosotros/as, comparto lo que aprendí en mi propio camino y el de colegas cercanos.

Y digo:

  • que necesitamos pensarnos como trabajadores.
  • que en el día a día trabajamos en vínculo con otros. Esa es nuestra tarea.
  • que quienes trabajamos con otros humanos-nuestros-semejantes, desarrollamos una especial sensibilidad de sentir junto al otro. Y que la sobredosis de emociones, desborda.
  • que ser empáticos mejora la capacidad de comprender a quienes nos consultan.

Por todo lo cual es bueno conectar con ellos

PERO NO ES TODO EN NUESTRA VIDA.

Aunque así lo parezca, es solamente nuestro trabajo.

Ser empático y sentir/mostrar cercanía con quienes consultan, es una vía de entrada. Entender lo que una familia está viviendo facilita que podamos intervenir desde un lugar significativo para ellos, porque estaremos tomando en cuenta su momento actual.

Y no podemos no conmovernos. Por lo menos en mi experiencia, mis pacientes no son datos para mí, no son circunstancias.

PERO (de nuevo) NO ES TODO EN NUESTRA VIDA.

Aunque así lo parezca, es solamente nuestro trabajo.

Me digo OJO, porque sin querer me puedo ir deslizando adentro de emociones que no me pertenecen.

Ustedes se preguntan, esta colega me preguntó: ¿cómo hacer?

Les puedo hablar desde mi experiencia y la de gente cercana:

No es fácil, porque para salir de ese lugar cuando estamos muy absorbidos por uno o por varios casos, primero nos tenemos que dar cuenta del nivel de involucramiento que tenemos. Y a veces nos damos cuenta porque 👁‍🗨 no damos más, porque 👁‍🗨 nos enfermamos, porque 👁‍🗨 alguien de nuestro entorno nos llama la atención.

Aunque nuestro paciente esté atravesando duelos, pérdidas, fracaso escolar, injusticias … alerta con contaminarnos con estas circunstancias.

No podemos hacernos más cargo del paciente que lo que el encuadre dice. Para ello vamos a generar las condiciones para operar. Hacer nuestra intervención operativa.

🔵 Primero y por nosotros: un/a terapeuta que está sobrepasado/a debe hacer una pausa en su trabajo y recuperarse.

🔵 A nivel profesional, plantearnos si es momento de supervisar y moderar nuestro entusiasmo ante los imposibles, los difíciles, los demandantes. Y estudiar y formarnos para mejorar nuestra perspectiva ante las demandas. Incluyo en esto retomar terapia.

🔵 Renunciar a los salvatajes. No somos bomberos, no somos rescatistas, cirujanos ni nada que requiera de nuestra intervención en ningún tipo de urgencia. Las urgencias no son nuestras. La gente se tiene que poder arreglar. Se trabaja todo lo que haga falta pero no es ni ya ni a cualquier hora postergando nada nuestro.

🔵 Tal vez tomar vacaciones, empezar algo que nos haga bien, dedicar tiempo a la cocina, lo que sea que limpie el panorama y nos reubique en quiénes somos, antes de sentirnos definidos solamente por lo que hacemos.

🔵 No hacernos cargo de aquello que no debemos resolver. Nuestro contrato tiene un alcance determinado. Hay una responsabilidad que no nos compete y que sería muy peligroso que asumiéramos. Se trata de cuestiones hasta legales. De potestad legal.

Luego y por el paciente y su familia:

🔵 Ver con qué red de apoyos cuenta el/la paciente y trabajarlo con ellos. Tal vez hay que dedicar varias entrevistas del tratamiento a profundizar con los adultos-referentes sobre lo que está pasando y volver a encuadrar la dinámica para que ellos pueden resolver lo que hay que hacer. Redistribuir/clarificar las responsabilidades es un buen punto de partida.

🔵 Pensar junto a ellos sobre su capacidad ante la toma de decisiones, para que cuando las ejecuten, tengan parámetros de referencia. Pueden contar con nuestro espacio de consulta para seguir pensando, y es bueno que sepan que acompañaremos sus procesos. Eso puede aliviarlos y darles mayor seguridad. Pero debemos ser claros en que no estaremos al frente de ninguna situación que deben resolver ellos mismos.

🔵Orientar a la familia hacia una consulta interdisciplinaria si hiciera falta. (click aquí para leer sobre equipos) Reitero mi fanatismo (y gratitud) por armar redes profesionales y trabajar en equipo.

En cuerpo y alma

Creo fuertemente que tenemos que meternos con todo en nuestro trabajo. No conozco otra manera, yo trabajo así. Pero es fundamental mantenernos conectadas/os con otros espacios que den un marco de realidad y conexión con quién somos y quién no somos.

Lo que le da la fuerza a este trabajo es el deseo personal … y sostenerlo vivo es parte del mismo.  Nos deseo que esa pasión permanezca como un fuego sagrado, sin que nos queme vivos.

Nos leemos el próximo jueves

María Inés Acuña

Psicopedagoga

Por | 2019-09-23T09:36:50-03:00 mayo 9th, 2019|[Ser Terapeuta]|4 Comentarios

  1. Jorge mayo 9, 2019 at 7:25 pm - Reply

    Muy justo, de fácil identificación para los profesionales que trabajamos co intensidad y la extenuación a veces nos alerta y nos llama a cuidarnos. Excelente la descripción y acuerdo con los tips propuestos

  2. Ceci mayo 10, 2019 at 7:46 am - Reply

    Cada vez que escribís, es como si pudieras meterte en mi pensamiento, gracias x cada palabra, cada mensaje porque invita a recalcular y serenarse… Gracias x tu compañía virtual. Te quiero!

  3. griselda mayo 10, 2019 at 1:03 pm - Reply

    gracias por tus consejos , los tendré en en cuenta para crecer mas como profesional y así no afecte mi vida personal. saludos cordiales.

  4. María Pujals mayo 11, 2019 at 5:54 pm - Reply

    Muy cierto!! Palabras justas y claras como siempre para hablar de nuestra profesión y de lo que nos pasa. :))

Deje un Comentario