Control de calidad

Si bien hay colegiatura de Psicopedagogía en algunas de nuestras provincias, y hay un interés por parte de muchos y muchas profesionales de la Psicopedagogía por reunirnos y consensuar temas centrales de nuestra profesión, formación y práctica, somos un grupo bastante heterogéneo y disperso de miradas y posiciones. Podríamos decir que lo central se mantiene y es que nos dedicamos al aprendizaje en sus varias formas, y puntualmente quienes hacemos clínica, a observar, comprender y ayudar a personas con problemas de aprendizaje.

De ahí en adelante hay diversos marcos teóricos, perspectivas, propuestas de intervención. Esta amplia gama de abordajes puede ser muy positiva en el sentido de que hay opciones y las familias pueden sentirse identificados con un marco, con una profesional y pueden elegir.

Ahora… el asunto es que esa elección muchas veces no es tal, sino que las familias llegan aleatoriamente a los profesionales y se produce algo que no siempre puede ser conducente. Cuántas veces nos piden recomendación, aún para conseguir profesionales dentro de instituciones reconocidas. Prefieren un nombre y no especialidad.  

El asunto es ¿cómo saben las personas en general que un o una profesional trabaja bien?. Y ¿qué es trabajar bien? ¿Cómo se hace la distinción entre buenos y no tan buenos profesionales?

Y ahí surge la pregunta: ¿se podría estandarizar de alguna manera nuestro trabajo? Se puede decir, ¿este trabajo quedó bien hecho? ¿La intervención fue justa y atinada? ¿se ven los resultados en un causa y efecto imposible de separar?

Tengo enormes dudas. Ser buen profesional implica no sólo tener la acreditación necesaria para dedicarse a sus tareas, sino el bagage que se recopila tanto en los estudios posgrado como en la práctica profesional, la experiencia. No se trata solamente de acumular casos, sino de haberse dado tiempo de evaluación de los procesos y un registro de la propia práctica, desde la reflexión, la autocrítica, el pensamiento lateral y creativo, y el repaso de los conceptos teóricos, viendo y revisando, poniendo en contexto, y pensando si pudimos hacer distinto, si podríamos haber hecho mejor.

Los resultados, el producto, son las posibilidades de nuestros pacientes, lo que ellos desarrollan y que sería muy vanidoso decir que fue exclusivo resultado de nuestro trabajo. Si nos «fue bien», no tengo dudas de que es fruto de un trabajo en conjunto, de muchos procesos que coincidieron con el tiempo de nuestra intervención y con las circunstancias que lo rodearon.

Pero sí creo que podemos decir que el recorte que hagamos de estos procesos, y la explicitación y observación que hagamos de ellos junto a los padres, o junto a nuestro paciente, serán un buen mapa para evaluar nuestro trabajo.

¿Se podría entonces pautar los cómo trabajar? En todo caso hay bases en las que todos podemos estar de acuerdo. Luego de

  • hacer cuestionamientos y discutir con los libros,
  • acordar con lo que la evidencia nos aporta, las investigaciones y la teoría sostienen,
  • posicionarnos en un marco teórico que dé sustento y argumento a nuestras apreciaciones, en una búsqueda contínua, que nos mantenga alertas.
  • Supervisar, buscar la mirada experta y dialogar con humildad, abrirnos a la escucha, compartir con otros las dudas y preocupaciones,
  • indagar en los procesos no sólo del paciente sino nuestros en relación a ese paciente,

luego de todo eso:

☑️ tomar decisiones y ponerlas sobre la mesa en que dialogamos con padres, escuela, y otros profesionales.

☑️ Siempre seguir estudiando.

☑️ Siempre volver a los textos.

☑️ Siempre volver a escuchar a nuestros maestros.

☑️☑️ Siempre hacer una pausa antes de decir. 

¡Hasta la próxima!

María Inés Acuña

Psicopedagoga

Por | 2021-05-13T17:04:16-03:00 mayo 13th, 2021|[ Novedad ], [Ser Terapeuta]|4 Comentarios

  1. Evangelina Rocha mayo 14, 2021 at 8:27 am - Reply

    Así lo creo yo también ! Siempre seguir estudiando y enriquecerse de la mirada y los conocimientos de otro !! Todo suma para crecer

  2. Fernanda Coppola mayo 14, 2021 at 6:09 pm - Reply

    Un tema útil pero ríspido al mismo tiempo, porque conlleva el supuesto de un otro(s), llámese colegiatura, ente o persona realiza ese control de calidad, y por lo tanto brinda un cierto respaldo o certificación de la misma. Yo pienso que en las etapas de formación se debería profundizar más sobre ética y bioética, además de todo lo que señalás en el artículo. Somos una pieza, grande o pequeña, en el engranaje de vida de ese niñe, necesitamos tener eso en perspectiva siempre, una simple e importante pieza.
    Gracias por este espacio para pensar juntes!
    Fernanda

    • María Inés Acuña mayo 16, 2021 at 7:50 pm - Reply

      Impecable este aporte! Gracias Fernanda, tenés mucha razón. Me gustó lo que decís, «profundizar más sobre ética y bioética». Muy de acuerdo.
      Que andes bien, un abrazo!
      Ma Inés

  3. Karina mayo 14, 2021 at 7:58 pm - Reply

    Totalmente de acuerdo!! Sobre todo en «siempre hacer una pausa antes de decir» Besos!

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