Enojadísimo en sesión

Tiempo estimado de lectura: 4 minutos.

 

¡Qué difíciles algunas sesiones! ¿No les parece? Ya algo toqué el tema, cuando el ingreso al consultorio se complica por los berrinches 👉🏼 en este artículo.

Pero hoy, y sin meterme en detalles de casos particulares, porque a las conductas disruptivas sólo las podemos entender desde la situación y posibilidades de cada paciente y familia, sigo pensando en cómo manejar estos momentos de enojos, llantos, nenes que salen revolando cosas de la sesión, que gritan enfurecidos.

No me refiero a chicos con diagnósticos que tiene que ver con lo conductual, porque eso es lo que hay que trabajar, claramente. Me refiero a pibes que se desbordan, que por algún motivo la sesión se vuelve un caos y parece difícil poder marcar la cancha. Que se nos va de las manos, que se desmadró la conducta, el objetivo, la cordura en esa sesión.

Siempre digo que necesitamos trabajar bien y en armonía. No es un paciente, son muchos. No es una familia, una maestra, un caso. Son muchos. Y todos demandan y tiran de una cuerda que no es de elástico. Nos agotamos. Y queremos trabajar contentos. Pero hay pacientes que no lo saben 😆 y si llegan a traer a la sesión todo eso que nos incomoda … obviamente no vamos a reaccionar ni vamos a dejar esto sin trabajar. 

Tengo un montón de escenas para contar, pero respetaré el secreto profesional hasta el fin del mundo. No hay nada que me de permiso para convertir en anécdota algo de esto. 

Pero sí puedo hablar de mí, y contarles las maneras que pude encontrar para resolver esas situaciones, haciendo la enorme aclaración de que me sigue pasando que a veces no sé cómo resolver ese caos hasta que lo empiezo a trabajar.

Lo primero que digo es que aprendí a sentir el enojo en el cuerpo: cuando me va dando rabia y estoy perdiendo el eje es fundamental pasar al canal del raciocinio. Sería como saber que el auto está por quedarse sin gas, y que rápidamente tenemos que pasar a nafta. Quienes tienen auto que funciona a gas saben de lo que les hablo. Es un cambio que permitirá que sigamos adelante sin quedarnos varados. Switchear sin demoras a modo cautela y pensamiento. No es que no sea cauta ni piense en las sesiones, digo que aquí sólo cautela, sólo pensamiento. No reacción

Si estoy sintiendo enojo o incomodidad, eso me indicará que este niño me está hablando o tratando de un modo que no debería ser. En sesión se dicen muchas cosas, a veces expresadas con palabras fuertes, pero que no incomodan al otro. De hecho algunas «groserías» expresan un sentimiento y si la mala palabra es la que mejor explica lo que nos pasa, es válido decirla. Pero el ámbito no admite hacer sentir mal al otro. Y porque nada de lo que yo hice o haga podría de alguna manera dar lugar a ese tipo de respuestas. OJO aquí, porque tengo que estar segura de que estuve trabajando con respeto al encuadre:  pude haber hecho/dicho algo que moleste a mi paciente? Atención 🖐🏼.

 Si nuestro paciente está mal, enojado, frustrado, conmocionado por algo, eso hay que trabajarlo: poderlo razonar atravesando la emoción. Dejarlo quieto o acallarlo no sirve, hay que pensar los motivos por los que algo puede resultar agobiante, frustrante, que enoja.

Ahora…cuando los chicos asumen una actitud desafiante, tanto desde la palabra como físicamente tenemos que poner un límite

Ya que hice referencia a los combustibles y manteniendo la analogía diría que echar más nafta al fuego, es agrandar el problema. No vamos a responder al mismo nivel, no voy a reaccionar, no me voy a a imponer de un modo brusco. 

Entonces: aquí va una cuestión central: ese enojo, esa respuesta catastrófica tengo que entender que no es personal conmigo. No es a mí a quien se lo «dedica». Es una forma de reaccionar de este niño, que no puede más que desbordarse. Y si quiero responder desde mí,  no será en este momento, porque en ese acaso estaré confirmándole que ese modo de resolver funciona.

Pero sí voy a frenar la sesión. Aquietar para pensar. Es decir, no se trata de enseñar buenos modales, sino de abrir lo que ocurre en sesión para analizarlo y resignificarlo, para que el funcionamiento en automático vaya cediendo hacia una elección y dominio sobre cómo actuar. Si debo postergar otras cuestiones, que así sea. Este es mi nuevo objetivo y lo atenderé.

Seré cuidadosa de que desde mi pauta no sea nombrado como que es malo, que hace mal las cosas, de que me dañó. Devolverle la imagen de que es capaz de hacer algo malo a otro es algo horrible. Más bien deberíamos transmitirle que a pesar de todo esto yo estoy, que no me rompo, ni me ofendo, ni me voy para no volver. Aquí estamos, confiá en eso. Busquemos otras formas de resolver y expresarnos. Pero a mí, mal no me trates.

Hay muchísimo material sobre cómo trabajar límites con niños, y cómo promover nuevos patrones conductuales, nuevas formas de expresarse. Busquen, asesórense. No se queden trabajando en contra de, sino den lugar a que esa manifestación entre en nuestra esfera de trabajo,  ocúpense. Escucharlo y escucharnos. Saber cómo me siento y pensar todo lo que puedo hacer desde una intervención lógica y adecuada.   

Y sobre todo, resituar que hay pacientes difíciles. Tengo y tuve muchos de esos y sé de lo que hablo. Pero no hay pacientes imposibles

Cuéntenme ustedes, me encanta lo que surge en los intercambios, así que gracias por todos los mensajes, emails y comentarios.

Nos seguimos leyendo!

María Inés Acuña

Psicopedagoga

Por | 2019-10-30T12:56:18-03:00 octubre 3rd, 2019|[Familias], [Ser Terapeuta]|13 Comentarios

  1. Mariana octubre 3, 2019 at 9:10 pm - Reply

    Hola Inés.
    En estas últimas semanas me encontré con pacientes que vienen enojados al espacio, y en algunas ocasiones explotan en llanto angustiante. La verdad es difícil poder trabajarlo sin perder el enfoque. Claramente dejo de lado, lo que se planeo y doy lugar a que se exprese o manifieste cómo se puede que está pasando.
    Pero es difícil lidiar con enojos, insultos y golpes.

    • María Inés Acuña octubre 4, 2019 at 9:44 am - Reply

      Hola Mariana
      así es, difícil a veces, y se lleva un extra de energía nuestra.
      Un beso

      • Melisa octubre 4, 2019 at 10:11 am - Reply

        Sucede y creo que es genial que aparezca en la sesion, es el espacio de ellos. Todos no sentimos desbordados en muchos momentos y quozas lo trasladamos con personas y lugares que ko corresponden. Si ellos pueden usar el espacio que le brindamos para canalizar eso es genial, xq significa que le damos un ambito y lo rehisttan y saben donde pueden sentir y expresar sin ser juzgados. Obvio que como.profesionales debemos trabajar mucho para saber entenderlo.

      • María Guillermina Perretta octubre 4, 2019 at 10:42 am - Reply

        Muy interesante lo que planteas y el modo en que lo expresas. Te leo y me siento identificada .
        Es cierto hay momentos en que hay que resetearnos para poder seguir y retomar el camino.

  2. Gimena octubre 3, 2019 at 9:13 pm - Reply

    Me encanta hacerme un tiempo para leer tu blog, gracias por ser tan generosa!!

    • María Inés Acuña octubre 4, 2019 at 9:38 am - Reply

      Gracias GImena!

  3. Lilian octubre 3, 2019 at 9:57 pm - Reply

    Muy clara en los conceptos vertidos

  4. Antonella Blanco octubre 4, 2019 at 9:42 am - Reply

    Excelente!

  5. Melisa octubre 4, 2019 at 10:14 am - Reply

    Sucede y creo que es genial que aparezca en la sesion, es el espacio de ellos. Todos no sentimos desbordados en muchos momentos y quizas lo trasladamos con personas y lugares que no corresponden. Si ellos pueden usar el espacio que ofrecemos para canalizar , eso es genial, xq significa que le damos un ambito y lo registran coml propio, donde saben que pueden sentir y expresar sin ser juzgados. Obvio que como profesionales debemos trabajar mucho para saber entenderlos.

    • María Inés Acuña octubre 6, 2019 at 1:14 pm - Reply

      Absolutamente Mel, tal cual lo decís. Gracias por pasar por aquí!

  6. Luz María octubre 4, 2019 at 2:28 pm - Reply

    Gracias Maria Ines, me sirve en esos casos pensar que ante esas conductas hay sufrimiento, y no es conmigo la cosa. Que puedo contener pero sin responder con el mismo enojo. Aveces es aire, silencio y cada uno jugar y de apoco volver a conectar con el mismo juego…hay.momentos muy dificiles, claro.

  7. Laura octubre 17, 2019 at 7:22 pm - Reply

    Hola María Inés, antes que nada quisiera decirte que me encanta tu blog lo leo siempre. Y me gustaría preguntarte cómo haces en una situación así, en la que por ejemplo no quieren entrar a consulta, más que nada con los padres para que no quieran llevarse al niñ@ y postergar la consulta? Muchas gracias

    • María Inés Acuña octubre 18, 2019 at 9:11 pm - Reply

      Qué bueno Laura que te guste! Gracias por leer y comentar. En general trabajo con los papás adentro de la sesión todo lo que haga falta, no hay apuro.
      Si no se pueden separar, es por algo fuerte que tal vez tenemos que abordar. Y si quieren postergar la consulta, habría que ver cada caso, pero puede haber temor para sostener la pregunta y que necesiten un tiempo para decidirse. Cada familia es un mundo. Te mando un abrazo!

Deje un Comentario Cancelar la respuesta