Muchos de ustedes me consultan si recomiendo tal o cual curso o congreso. O si conozco a tal o cual expositor.
Soy una gran recomendadora de actividades de formación y de lecturas así que hacen bien en preguntarme. 😉
📔 En primer lugar, por supuesto, recomiendo chequear si el tema y el programa serán interesantes en términos de trasponer e implementar en nuestra práctica. ¿Voy a escuchar algo que modifica o amplía mis saberes actuales? ¿En qué situaciones de mi trabajo va a ayudarme?
📕 Verifico que el expositor sea un experto reconocido en su tema. Si es así, seguro tendrá publicaciones serias, intercambios con otros colegas y algún grado de compromiso en actividades públicas. Es fácil averiguarlo google mediante.
📗 En mi formación posgrado encontré profesores, eminencias absolutas, que no tuvieron ningún condicionamiento para compartir sus materiales o conocimientos. Las mejores orientaciones las recibí de aquellos que están comprometidos con la tarea, con el objeto de su investigación. Con estas personalidades, estoy dispuesta a pagar el triple, más que el triple. Hacer un curso con ellos, no tiene precio. Y ellos merecen todo muestro apoyo para que puedan seguir dedicándose a lo que hacen.
📘 Considero cuánto tiempo me lleva absorber el costo de la actividad. ¿La inversión es lógica en relación a mis ingresos? Hay actividades que cuestan muchísimo, pero le van a dar un gran respaldo a mi tarea. Hay actividades que proponen algo muy atractivo pero hay una distancia para que lo pueda implementar.
📙 En general no me intereso por actividades que proponen una formación de Marca Registrada, aunque muchas sean muy buenas. Desde mi punto de vista, el saber pertenece al que lo necesite. Trabajamos dando servicio, y si el precio para la formación es alto y la formación muy exclusiva, a la larga lo vamos a tener que trasladar al costo de la sesión. De este modo solamente accederán a esta atención los pacientes que estén en condiciones de pagarlo. Así la intervención, la explicación/ marco teórico y la gente que puede recibirla responden a un circuito cerrado que se retroalimenta hasta el infinito dejando afuera otras realidades. Eso me incomoda y se me hace una cuestión de principios.
📚 Me interesa saber si una actividad tiene algún tipo de auspicio institucional. En general los “chapeos” de nombre no influyen en mi decisión, pero sí de las instituciones que convocan, si son de investigación, de formación o de trayectoria académica.
📒 Estar atentos a las actividades de organismos oficiales. Hay eventos donde las universidades, CONICET, los Institutos Docentes, los Hospitales Públicos, asociaciones profesionales, asociaciones de padres o agrupaciones civiles, que abren sus actividades al público en general e invitan a expositores de lujo. La mayoría son gratuitas o de costo bajísimo. En estos espacios se comparten con mucha generosidad los conocimientos y experiencias.
📙 ¿Y los expertos de afuera? Sí, me interesan porque todo intercambio es positivo, pero no siempre el que llega en avión a nuestra ciudad, tendrá buenas condiciones para exponer. Y aún si así lo fuera, su realidad será muy diversa a la nuestra. Atención con esto.
📔 Sugiero no conmovernos con la sobre oferta que hay en internet. He leído avisos que me llevaron al asombro. Y tantos avisos lógicamente producen ansiedad por lo que supuestamente nos perdemos. A veces por insistencia nos hacen sentir la urgencia de anotarnos. Formarse como profesional es toda una decisión, una inversión y nos merecemos buenos profesores. Un curso de pocas horas, que anuncia todas las soluciones para todos los problemas, no parece serio. En todo caso verifiquemos las recomendaciones de gente conocida y tomemos los recaudos de todo lo que dije anteriormente.
📘 Por último, quienes me conocen saben que si me desengancho de una actividad, estos eventos generan en mí unas ganas inmensas de encontrarme con amigos para irme al bar. Cuando pasa esto, es que el impacto de lo académico no fue tan importante. Si lo social supera al aprendizaje, quiere decir que pude haber ido al mismo bar, con los mismos amigos, y utilizar ese dinero para comprar los libros necesarios y estudiarlos yo misma con una mejor dedicación personal.
María Inés Acuña
Psicopedagoga
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