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¿Cuál es el encuadre justo y adecuado cuando los pacientes no son ni justos ni adecuados?
Adecuados a qué, deberíamos pensar.
¿A los que los libros nos describen?
¿A los que escuchamos durante nuestra formación?
¿A los que esperamos encontrar en nuestra clínica?
Hace varios años que ya no recibo de aquellos nenes.
¿Será que ya no existen? ¿Tanto cambiaron las infancias?
Es posible.
¿Tendré que evolucionar junto a ellos? Manteniendo un criterio, pero aceptando que hay novedades a las que no estoy acostumbrada, y que son parte de lo que este nuevo mundo trae.
Cuando vamos afinando los sentidos y registramos más cuestiones, podemos identificar aspectos de cada paciente, de cada familia que antes no tomaban relevancia. Y así, encontramos que cada caso no se parece a ningún otro.
Muchas de las consultas en estos tiempos requieren cada vez una atención más especializada.
Me pregunto entonces si no es necesario revisar nuestra manera de trabajar.
Y estoy en una etapa en que no quiero escaparme de esta necesidad de repensar mi dispositivo. Sería más fácil refugiarme en las pautas impuestas.
Pero se impone pensar y darle tiempo a la duda para, tal vez, tomarme el permiso de hacer algunas modificaciones a lo que los libros me enseñaron.
Una de las cuestiones que la teoría dice es que vamos a trabajar desde un encuadre que enmarca nuestras acciones y las de la familia.
Nos dice que los profesionales vamos a mantener una distancia óptima que nos permitirá garantizar la objetividad con el caso.
Cuanto más controlada y definida tengamos esta distancia -dicen los textos- estaremos en mejores condiciones para poder operar.
Acuerdo.
Es lo que necesitamos.
Disociar.
Estar presentes sin ser nosotros al 100 %.
Poder escuchar e intervenir activamente pero sin enredarnos emotivamente con lo que está sucediendo.
Ser herramienta de lo que nos piden, humanamente cercanos, pero conscientes de lo que cada caso nos provoca.
La distancia óptima… me quedo pensando.
Este es un de los dilemas que me trajo la clínica.
Hay varios factores que me llevaron a revisar y flexibilizar esta postura. Puede ser cuestionado, lo acepto. Podemos discutirlo. Estoy abierta al debate.
Las familias con hijos que tienen alguna dificultad, con algún desafío en su desarrollo necesitan una mayor cercanía de los profesionales.
Hay muchas necesidades en juego. No es sólo atender desde la consulta al motivo que nos convoca, sino poder estar disponibles en sus recorridos de vida. Hay conversaciones que van más allá de lo que la técnica de la entrevista indica.
Me refiero a escuchar sus palabras para aprender de ellos.
Porque estamos frente a un camino difuso, difícil de imaginar cuando todo lo que falta es mucho. Pero también cuando todo lo logrado emociona.
Una mamá dijo su deseo para su hijo en el futuro: «que pueda ser, sin nosotros».
Esa maravilla de frase, diciendo que desea vida para su hijo. Ni siquiera dijo feliz -exitoso -completo -. Dijo que pueda ser con todo lo que trae: decidir, estar, poder. Y sin nosotros, sabiendo que van a tener que estar (seguramente) siempre con él. Porque sin ayuda le va a ser muy difícil. Pero ella igual lo desea. Y vamos trabajando con los cuidados que requiere este caso, y todos los otros, pensando en que un día tal vez, lleguemos, ellos lleguen, a eso.
Darles herramientas, escucharlos, acompañar. Aportar visiones. Estar junto a ellos, porque no están solos.
Aceptar que empezamos a formar parte de la red con la que cuentan. No somos amigos, no somos familia.
Pero estamos. Más allá del encuadre justo y adecuado.
Aunque no figure en ninguna parte de lo que la teoría nos enseñó. Pero que ellos mismos nos enseñaron.
Y mil años y toda una época histórica después y muchos pacientes después, necesito seguirlo pensando.
Psicopedagoga
Pensé que venía el check list para categorizar a los chicos y dar con la solución mágica… Vos decís que el índice se queda corto??? Que a veces los capítulos se combinan sin permiso del autor??? Sos una genia!!!! Gracias por darnos de «la cajita» aunque tengamos otra profesión.
Este último tiempo de trabajo en la clínica, con estos niños y familias con otras problemáticas,, me llevan a repensar permanentemente el hacer psicopedagógico y las intervenciones…. El trabajo con el aprendizaje cuando parace que no hay tal aprendizaje….ir buscando caminos diversos,que cobren sentido…y seguir pensando….
Gracias por hacerme pensar más aún!
Gracias Cris por tus lecturas y aportes! Siempre presente.