Reuniones en escuelas

Tiempo estimado de lectura: 6 minutos.

Según cómo pienso el trabajo psicopedagógico, claramente los profesionales necesitamos mucho vínculo con los espacios naturales de nuestros pacientes.

Por lo general voy dos o tres veces al año a visitar a sus docentes y directivos según el nivel de dificultad de mi paciente.

Esta semana y todo el mes pasado fui a varias de las escuelas de mis pacientes y ya tengo agendadas las próximas reuniones promediando la mitad de año.

Es cansador, es difícil, es todo corriendo, es verdad. Pero vale la pena hacer el esfuerzo.

Además estos encuentros entran en el 30% de tiempo extra sobre el tiempo de las sesiones que debemos calcular a la atención de cada paciente. Se los conté en este post 👉🏼 Cómo manejo mi agenda. Digo con humor que salgo de gira, porque hay meses en que se comprime la agenda pero ya estaba previsto.

Si es imposible acercarnos a la escuela, intentemos una comunicación vía llamada telefónica, por mail e informes, pero ir claramente da otra dimensión al trabajo nuestro y a cómo podemos intervenir en el contexto familiar.

Me ha pasado, y si ustedes van a las escuelas tal vez se lo dijeron, que me agradezcan de una manera muy especial que me acerque. Como si nadie fuera… Es así?? ¿Los profesionales van tan poco a la escuela? No lo entiendo. Eso me hace preguntar porqué otros profesionales no se comunican con la escuela. ¿Cómo se hace para trabajar sin toda esa información? ¿Y cómo se hace para organizar el trabajo con objetivos válidos si no tenemos este intercambio?

Ir a la escuela permite entre otras cosas

  • conocer el verdadero ecosistema en el que se desenvuelve nuestro paciente.
  • conocer a quiénes lo asisten y acompañan a lo largo del día.
  • Cómo se manejan los espacios institucionales y simbólicos.
  • Cómo es la maestra y cómo interpreta lo que pasa con nuestro paciente.
  • Qué recursos pone en juego.
  • A veces la persona clave no es la maestra, es la maestra auxiliar. O la secretaria de la dirección. Eso no me lo van a poder decir los padres. Eso lo tenemos que decodificar in situ.

Algunas entrevistas son más fluidas y llegamos a acuerdos. Otras son ríspidas y llenas de reclamos.

En general en estas reuniones nos juntamos con la maestra, con la maestra junto a la coordinación, con la psicopedagoga del Equipo de Orientación, con la maestra y directivos, sólo con directivos.

Ya esta presentación marca un enfoque. Se nos muestra quién tiene la autoridad de decir qué y decidir cómo y quién. Esto amerita toda una lectura de sistema. Pensemos que aunque a veces estamos en diálogo con alguien que no es una relación directa con nuestro paciente, esa persona sin duda circulariza la información ( o no, que también es todo un tema) y hace el recorte que mejor le resulta desde el lugar que le adjudicaron o se adjudicó, en el entramado institucional.

Prefiero siempre tener diálogo con los docentes, eso sin duda, pero no siempre se permite. Así que en estos casos hay que ser hábil para encontrar el espacio y la forma de lograr esa conexión.

La mejor de las experiencias es cuando vamos todos los terapeutas (cuando hay otros profesionales trabajando) al encuentro. Es difícil coincidir en horarios pero esas entrevistas son muy productivas y vale la pena el esfuerzo de agendas.

🔹 ¿Para qué voy?

Para ofrecer y para recibir ayuda. Si alguno de estos dos ítems no está cumplido no sirvió la reunión

🔹 ¿Cuándo voy?
Cuando ya tengo conocimiento y confianza de que entiendo lo que le pasa a mi paciente y puedo colaborar desde ese lugar. Y cuando necesito saber en qué momento del proceso estamos.

🔹 ¿Porqué voy?

Para que sus maestros me conozcan y sepan que acompañamos desde los tratamientos. Para conocerlos, para consensuar, para clarificar los objetivos psicopedagógicos de mi intervención.

Porque necesito sus miradas para no confundirme en lo que a mi paciente le pasa.

🔹 ¿Adónde?
Voy a su escuela. Voy a su aula y a su barrio. Voy a la calle por donde entra y sale. Al patio adonde saluda la bandera cada día. A la escalera que sube con su mochilón cada mañana.

🔹 ¿Con quién voy?
Con los que trabajamos juntos y con los que necesitamos juntarnos. Cuando no hay acuerdo, tenemos que lograrlo. Ese es nuestro trabajo. Que una maestra conecte con su alumno cuando no lo está pudiendo ver, es parte de nuestro trabajo.

🔹 ¿Qué hago cuando voy?

Primero, programo el encuentro con una fecha siempre posterior a conocer al paciente y tiene mayor involucramiento con toda la situación. Porque voy a ir a escuchar, pero también a proponer. Eso es un lema: voy siempre para pedir, pero también para ofrecer.

A veces me permiten observar y observo tanto a mi paciente como a sus pares. Por caso cuento que en los años que llevo de trabajo con un nene en particular voy a su escuela desde que estaba en jardín, hoy está en 2do grado. Veo a este nene y a sus amigos, sus juegos, sus intercambios. Y me encanta ver cómo crecen todos, cómo se modifican sus estilos, cómo de deambuladores ya pasaron a muchachitos estudiosos. Ese grupo ha sido el mejor espacio terapéutico para mi paciente, así que saber cómo se dan las dinámicas entre ellos junto a sus docentes y en esos espacios, es aquello que mejor complementa mi mirada.

Errores que he cometido

⚠ Comprometerme con la escuela a logros específicos cuando los padres no sostenían un trabajo desde casa. La escuela desesperada por encontrar un interlocutor me ubicó en un lugar que no me correspondía, y yo permití que se me adjudicara.

La psicopedagoga trabaja en el consultorio y articula con la familia estrategias que pueden ayudar, pero no se puede hacer responsable por todo eso.

⚠ Permitir que la alianza terapéutica se forme con los docentes, cuando quien nos contrata es la familia.

No cobrar la entrevista en la escuela: es parte del contrato de trabajo. Si voy a una escuela es porque necesito armar todo lo anteriormente dicho. No iría a esa escuela a esa hora si no fuera por trabajo. Y no cobrarlo deja en los padres la idea de que nos hacemos cargo de algo que no es nuestro. La entrevista en escuela se cobra.

Ir a una reunión y dejar que solamente hablen los directivos. No dar tiempo y atención a la maestra. Y si no está presente pedir por ella.

Ir a reuniones junto a los padres. Si los padres tienen que ir, es en otro tipo de reunión. Aquí trabajamos sobre los procesos de aprendizaje, sobre estrategias, sobre posibilidades del paciente.

⚠ Romper el encuadre. Se debe mantener el secreto profesional y ser absolutamente discreto en cuanto a cuestiones de la intimidad familiar.

⚠ Ir o comunicarme con la escuela sin que los padres estén enterados. Nos deben autorizar. 

Entonces, si vamos a ir a la escuela tenemos que estar atentos a escuchar a cada uno de los involucrados, manteniendo la perspectiva de nuestro paciente y su familia. Y poder sincronizar con lo que ese mundo real de nuestro paciente tiene para decir.

Y como dije en este otro artículo 👉🏼 Reunirnos por un paciente instalar en el intercambio que estamos en un proceso, que lleva tiempo y que los que estamos, tenemos mucho que ver. Ver cómo y qué hacemos, pero viéndolo a él o ella.

Cuéntenme ustedes, me encanta leerlos.

Y gracias por seguir ahí.

Hasta la próxima vez!

María Inés Acuña

Psicopedagoga

Por | 2019-09-26T21:05:56-03:00 mayo 30th, 2019|[La interdisciplina]|8 Comentarios

  1. Mariana mayo 30, 2019 at 9:16 pm - Reply

    Hola Ines.
    Justamente estoy pasando desde hace un mes una odisea para que la escuela de una paciente mía me conceda una entrevista con la docente. No atienden y tardan semanas en contestar los mails. No hay flexibilidad de horarios por su parte y claramente tampoco interés a que vaya. El año pasado tuvismo desacuerdos, es una escuela que no está organizada, la verdad es tremendo. Es una nena que están en quinto grado, con contenidos de tercero. Al estar tan complicado el tema de la apnd, ella todavía está sin una que la acompañe. Pedí que me manden aunque sea la planificación, proyecto para poder acompañar y ayudar en lo que pueda, ya que bien se sabe, también está en juego lo emocional, la frustración, y todo lo que atraviesa la nena al estar sola, perdida.
    Sinceramente me siento yo frustrada porque no sé cómo seguir..
    Gracias!
    Saludos

    • María Inés Acuña mayo 30, 2019 at 10:46 pm - Reply

      Hola Mariana, qué decirte! Hay situaciones que no llegamos a poder manejar, y quien la pasa mal es la o el paciente. Ojalá puedas encaminar eso, te mando un cariño

  2. Sabrina mayo 30, 2019 at 11:58 pm - Reply

    No puedo hacer mi tarea sin pensar en el encuentro con el colegio. Siempre les digo que somos un equipo y parte de ese equipo es la escuela. No entiendo cómo abordaría mi trabajo con el aprender, si no conozco el ámbito donde mis pacientes aprenden. ¿Cómo trabajar entre cuatro paredes sin tener en cuenta todos los sistemas donde el Niño está incluido? A veces es difícil, pero siempre logro acercarme a los espacios escolares (tarde o temprano). Y si…muchas maestras me agradecen que me acerque y podamos trabajar en equipo…es que no lo puedo ver de otra forma! Gracias por palmar en tus escritos lo que vivimos a diario. Abrazo!

    • María Inés Acuña mayo 31, 2019 at 9:16 am - Reply

      Gracias a vos Sabrina!

  3. vanesa mayo 31, 2019 at 9:09 am - Reply

    muchas gracias ! excelente!

  4. Nora Kanje mayo 31, 2019 at 4:13 pm - Reply

    Muy criterioso tu abordaje!! Absolutamente necesario para poder «contextualizar» con mayor precisión!!

  5. Nora Kanje mayo 31, 2019 at 4:14 pm - Reply

    Gracias María Inés por «socializar» está modalidad que muchxs colegas en ocasiones…ni lo han considerado!

  6. […] acerco, los escucho. Algo de esto ya escribí en estos dos artículos anteriores. 👉🏼Aquí :  y aquí 👉🏼 también. Por supuesto son parte de mis «rutinas» […]

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